El Control Biológico de Insectos Defoliadores en Palma de Aceite

— Por: Dr. Rodolfo Osorio Osorio, Profesor Investigador de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

El control biológico es una medida fitosanitaria enfocada al uso de depredadores, parasitoides o patógenos para evitar o minimizar el desarrollo de poblaciones de insectos plaga. Esta medida fitosanitaria es el pilar fundamental del manejo integrado de plagas (MIP) de la Roundtable on Sustainable Palm Oil (RSPO) en el cultivo de palma de aceite. Las unidades de certificación deben establecer, implementar, monitorear y documentar un plan de MIP que considere el uso de los agentes de control biológico de plagas. Con lo cual se pretende proteger, conservar y mejorar los ecosistemas y el medio ambiente, haciendo énfasis en el crecimiento de un cultivo de palma de aceite saludable con la menor alteración posible de los ecosistemas agrícolas. 

Los insectos defoliadores son organismos que se alimentan del follaje de la palma de aceite, y se pueden considerar como plagas cuando sus niveles de población están por encima del umbral de daño económico. Al menos seis especies se encuentran en las plantaciones de palma de aceite en Tabasco, México; de las cuáles, Opsiphanes cassina fabricii es la más importante por su frecuencia y distribución en la región (Figura 1). 

En los últimos años se ha hecho un esfuerzo importante sobre la identificación de los insectos defoliadores que ocurren en el estado de Tabasco, pero poco se conoce sobre la biodiversidad de enemigos naturales y su contribución al control biológico de plagas en el agroecosistema. En un estudio reciente, se encontraron a tres especies de avispas que atacan larvas o pupas de Opsiphanes cassina fabricii: 1) Cotesia cassina Salgado-Neto, Vásquez & Whitfield (Braconidae), 2) Conura maculata Fabricius (Chalcididae) y 3) Conura immaculata Cresson (Chalcididae). La avispa Cotesia cassina ocasiona del 22.2% al 61.7% de parasitismo en larvas de 5.o instar de O. cassina fabricii (Figura 2); mientras 

que, las avispas C. maculata y C. immaculata ocasionan entre el 15.3% y 61.7% de parasitismo en pupas (Figura 3). Estas tasas de parasitismo aumentan en proporción directa al incrementar los niveles poblacionales de O. cassina fabricii. Con estos datos preliminares, se cree que existe un buen control biológico natural en la plantaciones de palma de aceite en Tabasco, México. 

El desafío en la región será la conservación de este control biológico natural mediante la aplicación de estrategias y acciones que preserven los sitios de refugio y alimentación de estos parasitoides, así como el estudio de otros factores que fomentan su abundancia y potencial parasítica, para mantener a las poblaciones de defoliadores lo suficiente bajos que no representen daño económico en el cultivo de palma de aceite. Profundizar en el conocimiento de la biología y ecología de estos enemigos naturales, permitirá diseñar e integrar medidas fitosanitarias de prevención, control o mitigación de posibles brotes poblacionales de insectos defoliadores en el agroecosistema de la palma de aceite de la región.